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Embajadas españolas. Película de terror

Me considero una buena rata de red (www), por lo que cuando decidí que mi destino final seria venirme a este país tan maravilloso que es Costa Rica, bucee bastante en ella intentando aprender no solo lo concerniente a la misma, sino que visite las web´s de diferentes ministerios españoles, y en uno de ellos vi lo que me exigían para quedarme de residente, documentos que me traje conmigo, para que nada me cogiera de improviso.
Recorro medio país, y la verdad es que soy muy exigente, puesto que buscaba un pueblo en la costa en el que no hubiera llegado el turismo y que mi convivencia fuera exclusivamente con costarricenses (ticos a partir de ahora), inútil tarea porque toda la costa pertenece a los yanquis y al fin encontré lo más parecido en el pueblo en el que me encuentro.
Alquilo casa recién construida, que estaba sin amueblar, y ante la imposibilidad de encontrar otro pueblo, o eso creo, más a mi gusto que este, llego a un acuerdo con el dueño de la casa por la que yo compraba mobiliario, electrodomésticos, televisión, computadora y demás enseres a cambio de otros beneficios.
¡Bien! Ya estoy asentado. Me voy a un local donde puedes conectarte a Internet para resolver mi residencia. Entro en la página web de “Migración” tica de reciente construcción por lo que no la vi en España y veo que en dos de los documentos que traía, el certificado de penales y la partida de nacimiento, debían de estar debidamente “consularizados” en el país de origen, y aquí empieza mi odisea.
¡Bah! Me dije para eso tenemos una embajada, por lo que provisto de lápiz (en la oreja por supuesto), papel, con cuatro dobleces para poder escribir apoyado en la cabina desde la que llamo y número de teléfono de la misma obtenido también en la web, llamo a ella. Primera sorpresa, debemos de ser millones de españoles en Costa Rica los que necesitamos sus servicios, puesto que me sale el típico robot de bienvenidos, si es para tal pulse el uno, si para cual el dos y así hasta seis números; marco el que me parece correcto y dentro del mismo otra vez me van dirigiendo como si de un estúpido se tratara mandándome a marcar otra serie de números y así hasta que en el último me dice que si no he obtenido respuesta a mi pregunta visite la página web de la embajada. Por supuesto dicha página no existe.
También buena rata de robot telefónicos, en España cualquiera que haya querido darse de baja en Movistar, lo es, consigo engañarlo y llego a un humano, humana en este caso y para mas señas tica y no española como esperarías en tu embajada. Le explico mi caso y me dicen, que hay un par de agencias españolas, que me solucionan el problema previo pago de los correspondientes emolumentos, minutas o como coño se llame.
Mi respuesta: Aunque usted, esta cobrando gracias a los impuestos que yo y el ochenta por ciento de los españoles curritos de a pie, hemos pagado, creo no es la persona más adecuada para escuchar lo que voy a decir así que páseme con su jefe o a ser posible con el embajador. Tica asustada por lo que no insisto mucho y me quedo sin resolver mi problema.
¡Hay que tener caradura! Mi embajada no puede hacerme lo que si me puede hacer una agencia previo pago del servicio prestado. Y encima me dan el nombre de las mismas, por lo que me pregunto, como lo más lógico, si la embajada o alguien de la misma no recibe mordida por tales servicios.
En esta semana o la que viene tengo que ir a ella y antes tengo que resolver la forma de después de atravesar el golfo de Nicoya y coger varios autobuses, llegar en horas de trabajo, de ocho a doce, mientras que ayer estuve en Puntarenas en Migración tica y los funcionarios, tenían que turnarse para comer, y algunos comían allí el plato de comida caliente que les traían los compañeros y acabe a las tres de la tarde por lo que supongo que trabajan hasta el anochecer (aquí a las cinco de la tarde ya es noche), pero hasta ahí podíamos llegar, España es un país del primer mundo y se tiene que notar y una de las formas de hacerlo es jodiendo bien a los españoles de a pie, porque estoy seguro de que por aquí viene Barceló, uno de los empresarios que tiene complejos hoteleros en este país, y al embajador se le derrite el culo si tiene que atenderlo.
La película de terror tiene escenas mas duras pero no quiero aburrir al respetable, así que aquí lo dejo.

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