Por fin me llega el dichoso Certificado de Antecedentes Penales, no me lo pienso mucho y al día siguiente decido llegarme a Puntarenas a llevarlo a Migración, con la idea de venirme con mi cedula de residente renovada. Esta visto que jamás aprenderé.
Esta vez, nada de madrugar, cogemos el ferry de la nueve, aunque por lo que sigue, tranquilamente podía haber cogido el de las once.
Siempre hay algo que fotografiar en el Golfo de Nicoya
Taxi y a Migración. Me encuentro la puerta abierta, por lo que no estaba el aire acondicionado puesto, cosa que me hace sospechar que algo ocurre. Espero hasta ver a la funcionaria que en las veces anteriores me había atendido, y aquí la primera broma del día: No tenemos corriente por lo que no te puedo hacer nada, así que, yo tú, mejor me iba y volvía mañana.
¿A que hora vuelve el fluido eléctrico (con un poco de cachondeo)?
A las dos.
Con hoy, son setecientas veces las que atravesado el Golfo de Nicoya, así que me espero.
Me habían hablado de un libro que hablaba del pequeño comercio, de los microcréditos y de cómo debían de actuar los políticos. Tengo una colección de imágenes de los mismos, así que decido ir a ver si cae la breva. Nada, pero la verdad es que salgo con otros tres. Por ahora se acabó el repetir libro.
Hora de comer y al acabar yo me voy dando un paseo, quiero ir a un museo, en el que estuve hace bastante tiempo, pero estaba completamente vacío. ¿? Continúo hasta que llego a un parque, y con el calor que suele hacer en Puntarenas, no me lo pienso mucho, me siento en un banco a leer uno de los libros que acababa de comprar. Otra decepción, el libro que trata sobre los mayas, y que yo esperaba que tuviera, al menos una base científica, es de ciencia ficción. Entre estos y los de autoayuda, tenemos una verdadera invasión, y no precisamente de extraterrestres.
Mi reloj biológico, parece que funciona bastante bien, pregunto la hora y son las dos, así que vuelta a Migración, donde (¡aleluya!) había vuelto la corriente. Me siento con mi amiga y después de colocar tropecientos sellos, firmas mías y no se cuantas de ella, me dice que los documentos los ha de mandar a San José, y que tenga paciencia, porque hay cuatro mil expedientes en espera. Me imagino que con idea de consolarme, me dice que han aprobado un presupuesto, para que los funcionarios hagan horas extraordinarias y se quiten este atraso. Para terminar de joderme, me dice que ella calcula que dentro de tres meses lo tendré todo resuelto. La verdad es que no salgo muy mal ni me cago en la puta madre de nadie.
El próximo ferry salía a las cinco, así que decidimos andar por el paseo marítimo. Tengo que reconocer que es precioso.Decidimos tomar un fresco en un restaurante, pero nos sentamos en las mesas de fuera, enciendo mi cigarro y viene el camarero y me dice que no se puede fumar. Hasta aquí no llego.
¿Esta mesa donde esta?
En la calle.
Pues mire, me he entretenido en leerme la ley antitabaco (es verdad), y en la calle se puede fumar. Cada vez somos mas apestados.
No se preocupe, si viene la policía, le diré que estoy fumando en contra de su voluntad.
Continuamos hasta la hora de salida del ferry. Hacia tiempo que no andaba tanto y cuando llegamos era casi la hora de salida.
Los Barceló, están haciendo una especie de terminal y observo que siguen despreciando a la segunda lengua más hablada del mundo.
Cantidad de guiris/mochileros. No paran de tomar fotos. Me digo que así me verían a mi cuando yo no paraba de hacerlas. Y mi gran pregunta: ¿Qué hacen aquí en estas fechas?
San Lucas, Guayabo, Jesusita, Paquera y llegada a Tambor.
Pienso en ir a mi tertulia, pero aparte de dar por supuesto que ya no habrá nadie, estoy cansado, así que me acuesto.
Búsqueda en Google de: Vuelta a Puntarenas. Hay que ser más tico para soportar a la burocracia
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