Es mucho tiempo en el que me llevado mi propia contabilidad y también alguno en el que deje de hacerla, no solo por las circunstancias, sino porque siempre he sido un mijicas y estaba hasta las narices de serlo.
Desde que he vuelto a Costa Rica, alguien quiere darme cuentas de un dinero que gastamos en común y le digo que me deje tranquilo. Sabía que mas tarde o mas temprano tendría que saber como andan mis cuentas, precisamente porque no soy ningún potentado.
Ayer fui a Cóbano, entre otras cosas porque me hacia falta dinero, y hoy me he entretenido en hacer una cuenta mental entre lo que me gasté y me quedaba en el bolsillo. Algo falla, me he dicho. Investigo. Busco información.
Costa Rica tanto la vez anterior que estuve aquí, como desde que he vuelto, mantiene la paridad con el dólar. Es más, hay ticos, en especial los que están en contacto con los gringos, que te hablan en dólares en vez de en colones. Como he dicho era tan meticuloso, que no solo llevaba mi contabilidad, sino que diariamente anotaba la paridad euro/dólar, y mas de una vez me dije: toma por el culo dólar de las narices, que te vamos dejando bien atrás. Concretamente según saco de mis anotaciones, en mayo del 2010, por un euro te daban 797,73 colones, miro el cambio actual, y jódete, esta a 608,76, o sea que ha pasado en un suspiro, mio, de 800 a 600.
Me escamo y sigo investigando. Facebook, lo quieras o no se ha convertido en la única forma de comunicarse. Si quieres mandar un correo, olvídate, no se te ocurra hacerlo por Gmail u Hotmail, porque nadie lo leerá, por eso son ya dos veces las que me salí de Facebook, y dos veces las que he vuelto. Solo he metido a las únicas personas con las que me puedo comunicar, a pesar del coñazo de quizás conozcas a estos amigos, o busca amigos de esta dichosa red social. Son dos de ellas las únicas que veo que meten críticas al gobierno, una en especial. Hay otras que eran tanto lo que criticaban al pobre Zapatero (¿qué será de él?), que ahora les joderá criticar a Rajoy (así creo se llamaba). En lo último que me aparece en pantalla, hay algo de Bankia y 23.500 millones de euros. ¿Pero no es ahí donde estaba Rato?, me pregunto. Sigo investigando y leo que efectivamente, y no solo eso, sino que un juez lo investiga a él, y que la Cristina Kirchner le arremete.
Dejo de investigar porque me voy a cabrear y no tengo ganas. No voy a perder en un rato lo que llevo ganado de la forma de ser tica, aunque me sigue jodiendo el bajón del euro.
Se perfectamente que son muchos en España los que están peor que yo, pero también sé que algo mas podían hacer y no lo hacen, ni voy a romperme la cabeza investigando el qué. Yo por si acaso he pensado que podría ser de mí, al paso que va aquel país, y esta tarde compraré un anzuelo y la leña se puede ver en una imagen que colgué hace dos escritos.
También me viene a la cabeza Giovanni. En mi blog anterior hablé sobre él. No tiene, ni tendrá ninguno de estos problemas.
Búsqueda en Google de: La pendiente del euro y de cómo estoy fuera de este mundo
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